Los préstamos estudiantiles son préstamos brindados al estudiante con el objetivo de pagar los gastos relacionados con la educación.
El costo anual de la educación universitaria, incluyendo matrícula, honorarios, vivienda, comida, libros y suministros, es en los Estados Unidos de $22,826 si está inscrito en una universidad financiada por el estado y $44,750 si está inscrito en una universidad privada. Algunas escuelas privadas pueden incluso cobrar más de $60,000 al año.
Mientras que el costo de la educación superior es asequible para algunos, la mayoría de los estudiantes necesitan ayuda financiera para financiar sus sueños de conseguir un título universitario. De hecho, según las estadísticas actuales, de 20 millones de estadounidenses que asisten a la universidad cada año, el 60% o 12 millones necesitan algún tipo de ayuda financiera/préstamo.
La fuente más popular de préstamos estudiantiles viene de la ayuda federal para estudiantes del Departamento de Educación de los Estados Unidos.
Estos son los requisitos básicos para la elegibilidad de préstamos estudiantiles de ayuda federal para estudiantes:
El período de amortización para un préstamo estudiantil federal puede ser de 10, 20 o 25 años, dependiendo del plan de pago. (Visite https://studentaid.ed.gov para obtener más información.)
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Seguramente te preguntarás: “¿Realmente vale la pena ir a la universidad si necesito obtener un préstamo?”
La respuesta es sí. En primer lugar, un préstamo estudiantil federal tiene una tasa de interés baja. En segundo lugar, al ir a la universidad, estarás asegurando tu futuro. La obtención de un título universitario aumenta sustancialmente tu futuro potencial de ingresos. Según el Centro Nacional de Estadísticas de Educación, entre un grupo de jóvenes de 25 a 34 años, el promedio de graduados universitarios gana 114 veces más que alguien con sólo un diploma de escuela secundaria.
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