Una acción es un pedazo de la propiedad en una compañía.
Cuando compras acciones, estás comprando la propiedad parcial de una empresa, incluyendo sus activos y beneficios. Después de la compra, te conviertes en un “accionista”. Si la empresa es rentable y exitosa, el precio de las acciones por lo general sube. Por otro lado, si la empresa está en decadencia, el precio de las acciones por lo general va hacia abajo. Sin embargo, independientemente de lo bien que la empresa lo está haciendo, los precios de las acciones pueden fluctuar salvajemente.
Es un lugar, tanto físico como virtual, donde las acciones de una empresa se compran y se venden.
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Invertir en acciones puede ser una manera poderosa de aumentar tu riqueza y ahorrar para el futuro.
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Ejemplo: En el año 1919, cuando Coca-Cola se hizo pública, cada acción costaba $ 40. En 2013, esa acción valía $ 5,000,000.
Sin embargo, debido a que los precios de las acciones también se desploman, usted puede perder el dinero tan rápidamente como lo ganó.
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Ejemplo: En el año 2000, las acciones de Nikkei 225 valían aproximadamente $ 20.500 por acción. En 2003, esas acciones cayeron a 7.700 dólares por acción.
Además de subir y bajar en valor, las acciones también pueden:
100 – (tu edad) = % de tu inversión que debes mantener en acciones.
Los inversores más jóvenes tienden a hacer inversiones más arriesgadas, y por lo tanto mantienen un mayor porcentaje de sus inversiones en acciones, en vez de en los bonos.
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